martes, 22 de noviembre de 2016

Técnicas para tener un excelente cuidado durante "El Embarazo"

Para tener un buen embarazo no sólo hemos de fijarnos en la salud física. Estar sana es fundamental en estos momentos, pero también estar mentalmente tranquila, preparada y feliz. Por ello vamos a dar diez claves para un embarazo sano y feliz, en el que mente y cuerpo se combinan en armonía para dar la bienvenida a un nuevo miembro en nuestras vidas.Comer y beber sano durante el embarazo


La dieta ha de ser variada y equilibrada. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado.

Una dieta sana icluye mantener una hidratación correcta. Beber la suficiente agua y leche que nos aporte calcio es fundamental. También podemos tomar zumos, mejor naturales y no azucarados. Por supuesto, olvidémonos de las bebidas alcohólicas y del café.


  • Tomar los suplementos vitamínicos

Para complementar una dieta sana el médico nos recomendará determinadoscomplementos vitamínicos que incluyan ácido fólico, junto a otros suplementos vitamínicos y de minerales también beneficiosos para el embarazo, como hierro, yodo, calcio… De este modo ayudamos al feto a desarrollarse adecuadamente evitando carencias que podrían causar complicaciones tanto para el bebé (bajo peso, espina bífida...) como a la madre (anemia, preeclampsia...).


  • Realizar ejercicio durante el embarazo

Para nuestro bienestar y una ganancia de peso ideal es fundamental realizar ejercicio físico adecuado a nuestro estado. Ya sea natación, yoga, caminar, el método pilates...

Mediante la realización de un ejercicio moderado y constante conseguiremos que mejore nuestra condición cardiovascular y muscular y favoreceremos la corrección postural. Todo ello proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.
Acudir a las visitas médicas

Visitar periódicamente al ginecólogo para hacernos las pruebas correspondientes y obtener una asistencia prenatal adecuada. Así haremos un seguimiento tanto de la salud del bebé como de la nuestra, teniendo la posibilidad de consultar al especialista todas nuestras dudas y temores, así como hablarle de nuestro plan de parto. Las pruebas prenatales nos aportarán tranquilidad, nos ayudarán a "acercarnos" al bebé y con las ecografías tendremos sus primeras imágenes para el recuerdo.
Usar una ropa adecuada

Debemos llevar ropa cómoda (incluidos los zapatos), adecuada al aumento de peso y volumen que experimentamos. Ello ayudará a que la sangre circule mejor, a que nuestros movimientos sean correctos y no forzados y a que la piel se mantenga sana. No se trata de ir vestidas como sacos de patatas, ya que afortunadamente estar embarazada ya no está reñido con ir a la moda, y muchas tiendas vendenbonitas prendas premamá. Los tacones pueden esperar, pero sentirnos a gusto y guapas con un "envoltorio" bonito favorece un bienestar psíquico importante en estos momentos.

Mimar nuestra mente durante el embarazo

Si dedicamos tiempo a cuidar nuestro cuerpo, también hemos de guardar tiempo para nuestra relajación y el cuidado de nuestra mente. No sólo el cuerpo está más vulnerable durante el embarazo. Buscar nuestra tranquilidad y hacer ejercicios de relajación en casa nos ayudarán a sentirnos mejor. No hemos de aparcar las actividades que nos gustan como ir al cine, leer, salir al campo, manualidades...


Cuidar nuestra piel

Durante el embarazo es fundamental aplicarnos cremas solares protectoras para evitar las manchas en la piel y las quemaduras. Debido a la acción de las hormonas, la piel de la embarazada sufre alteraciones como la hiperpigmentación. También son importantes las cremas antiestrías, que previenen la aparición de esas cicatrices con el estiramiento de nuestra piel, con especial atención durante los meses finales, cuando la piel se estira a ritmo muy rápido.

Hidratar todo el cuerpo tras el baño o la ducha nos regala un momento de relajación. Los masajes suaves tras el ejercicio nos ayudan a sentirnos mejor. Por supuesto, la hidratación externa hay que complementarla con la interna, bebiendo abundantes líquidos como ya hemos comentado en el punto referido a la nutrición. Todo combinado hará que aumente nuestro bienestar al sentirnos más cuidadas y guapas.


  • Un buen descanso durante el embarazo

Dormir y descansar lo que nos pida el cuerpo es muy importante. El cansancio y el sueño pueden acompañarnos desde el primer momento como uno de los primeros síntomas de embarazo, y con suerte irán desapareciendo. Pero es más que probable que volvamos a sentirnos muy cansadas y somnolientas en la fase final del embarazo. Es lo que el cuerpo necesita, y debemos escucharlo, descansando en la medida de lo posible, sin olvidarnos de que el ejercicio moderado hará que descansemos y durmamos mejor.


  • Las clases de preparación al parto

Asistir a las clases de preparación al parto puede resultar muy beneficioso tanto para nuestra salud física como mental. Relacionarse con otras embarazadas y compartir experiencias abre nuestra mente al descubrir que no somos las únicas que tenemos dudas o temores.

También nos sirven para adquirir conocimientos y consciencia sobre los cambios en nuestro cuerpo, conocer conceptos sobre las fases del parto, la higiene del bebé o la lactancia nos ayudarán a sentirnos más preparadas para los cambios que se avecinan. A través del conocimiento se genera una autoconfianza importante gracias a la seguridad, y el ser padre empieza a vivirse ya. En la medida de lo posible, es bueno compartir estas clases acompañadas por la pareja.



  • Comunicarnos con el bebé


Hablarle al bebé, comunicarnos con él, ponerle música, hará que lo sintamos más cerca, preparándonos para el momento en el que realmente llegue a nuestros brazos. Conocer cómo va siendo su evolución mes a mes, cómo va creciendo en nuestro vientre, escribirle alguna carta, llevar un diario de nuestro embarazo, responder a sus pataditas...

Todas estas sencillas actividades lograrán que la vida que se gesta en nuestro seno nos llene más de vida a nosotras. Las posibles molestias de nuestro embarazo se olvidan en estos momentos de comunicación.

No lo olvidéis, para tener un embarazo sano hace falta un embarazo feliz. Hemos de cuidar mente y cuerpo en esta etapa tan delicada de nuestra vida, cargada de emociones y sensaciones a veces contradictorias. Espero que estos consejos para lograr un embarazo sano y feliz os animen a afrontar esta etapa de vuestras vidas con un talante optimista y lleno de vitalidad.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Cosas que debes saber para ser un "Buen Padre"

Los papás y mamás actuales se encuentran muchas veces desbordados. El ritmo de vida que les arrastra les deja poco tiempo para la reflexión. Las pautas educativas han cambiado tanto en tan poco tiempo que es difícil saber como actuar en las circunstancias complicadas. A los niños les compramos muchas cosas y los apuntamos a muchas clases, a los pequeños los estimulamos pero nos cuesta renunciar al ocio adulto para jugar con ellos. Cansados, caemos en los gritos, la impaciencia y los castigos, no sabemos como manejar las situaciones. Y es que para ser buenos padres hay algunas cosas que no pueden faltar.

Lo primero es tener auto control. Nos enfadamos con las rabietas, caprichos y regresiones de los niños, si lloran o gritan o patalean. Les exigimos un auto control que ellos no tienen y que lleva tiempo desarrollar. Pero lo vergonzoso es que les exigimos ese autocontrol prematuro y lo hacemos gritando, poniéndonos furiosos y atacados de los nervios.

Los adultos somos nosotros y si no hemos aprendido a estas alturas a controlarnos ya es hora de empezar a hacerlo. Nosotros tenemos que aprender a controlarnos y a organizar nuestro devenir cotidiano de un modo que nos permita disfrutar de esa mínima calidad de vida, en vez de montar en cólera si un pequeñín se ve desbordado por el cansancio o las emociones.

Además hace falta mucha coherencia. Los niños no aprenden de lo que les decimos que está bien o está mal. Los niños aprenden de lo que hacemos. Seamos coherentes y no digamos algo que no somos capaces de cumplir.


Nada mas ridículo y vergonzoso que un padre gritándole a un niño pequeño que como vuelva a pegarle a su hermanito le parte la cara. O ese que amenaza con cosas que no cumplirá, miente descaradamente para que el niño obedezca inventando castigos de Reyes Magos que no vendrán, pero se comporta de un modo maleducado y poco cívico mientras repite ideas educativas que hasta un niño de dos años se da cuenta que su padre incumple descaradamente.

Hay que tener empatía y saber ponernos en la piel de nuestros niños, sintiendo lo que sienten, la pena, el miedo, la alegría, los nervios. Si somos capaces de empatizar con sus emociones es mucho más sencillo comunicarnos y escucharlos, sobre todo cuando no son todavía capaces de expresar perfectamente sus sentimientos con palabras.

No burlarnos, no provocar sus miedos, no azuzarlos, no exigirles que superen emociones que los paralizan, serán beneficiosas consecuencias de la empatía activa.

Los insultos, las mofas, las amenazas y el chantaje emocional son cargas con las que quizá crecimos pero ya es hora de reconocer que son algo dañino y vergonzoso aunque sobreviviesemos a ellas. Nada de lo que nos duele o nos molesta debemos hacérselo a los niños y desde luego no sirve más que para realimentar el círculo de la violencia.

Los entenderemos, pero sólo si nos atrevemos a sentir con ellos en vez de decirles como tienen que sentirse. Y de ese modo sembraremos la confianza que se gana, que no viene de repente en la adolescencia, que hay que fomentar desde que son bebés y sienten que estamos a su lado para acunarlos cuando necesitan amor.

Ni el respeto ni la confianza se merecen por haber engendrado un vástago. Como todo lo que vale la pena, hay que ganárselo y saber conservarlo.

Añadamos a esto la indispensable flexibilidad de la que hay que proveerse. Solemos decir que NO cientos de veces al día a los niños, mientras ellos se mueven en espacios y tiempos irrespetuosos con sus ritmos y necesidades.

Decir “no” hay que decirlo, sobre todo al consumismo o a la violencia, pero hay que mantenerlo en su límite. Muchas veces, si reflexionamos, las cosas que no permitimos hacer en determinado momento podríamos haber accedido a ellas simplemente parando, olvidando esa necesidad nuestra de actuar deprisa, dejando que los niños disfruten de su derecho a explorar el mundo y la vida.

Y para terminar dejo lo indispensable: la paciencia. La paciencia que hemos perdido, la que les exigimos a los niños, la que ellos tanto necesitan de nosotros. Las rachas complicadas en los procesos de crecimiento de los niños pasarán seguro. Pero los niños viven el ahora y esperar se les hace muy difícil, como mas difícil todavía es para ellos el adaptarse a nuestras ausencias. Paciencia. Somos los adultos. No lo olvidemos.


No me quiero dejar algo que creo que es casi innecesario mencionar: abrazos, besos y mimos que nunca se escatimen. Y todo el tiempo posible a su lado, conscientes, abiertos a sus necesidades emocionales y de juego. El amor nunca es en exceso.

Para nuestros hijos nadie hay en el mundo más importante que nosotros, a nadie aman más. Parar, sentarnos a su lado, entregarnos a su necesidad de nuestra presencia, darles afecto y tiempo, todo el tiempo posible, es una experiencia que nos enriquece. Y que a ellos les hace confiar en la vida y disfrutarla.

En resumen, para ser buenos padres hay cosas que no pueden faltar. No nos debe faltar el autocontrol, la coherencia, la paciencia, la flexibilidad y la empatía. Pero eso no bastará, pues ser padres es una enorme responsabilidad en la que además de educar a un hijo y acompañarle en su crecimiento, deberemos educarnos a nosotros mismos y crecer para ser mejores personas.

Como evitar el exceso de estrés ¡Muy Sencillo!



El estrés, que tan útil resulta para mantenernos enfocados y motivados, puede ser perjudicial cuando se siente en grandes, ocasionando todo lo contrario, como seguramente en más de una ocasión han experimentado. Cuando el estrés nos supera, nos hace sentir desbordados, ansiosos, paralizados e incapaces de llevar a cabo las tareas más rutinarias.

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  • Para lidiar con el exceso de estrés, te recomiendo algunas formas, sencillas y rápidas acciones, que lo mantendrán a raya y contribuirán a recuperar el control personal.
  • Tumbarse en el suelo boca abajo, mientras se comienza a respirar profunda y lentamente, con las manos debajo de la frente, durante 5 minutos.
  • Sentado en una silla reclinable, colocar una mano en el abdomen y otra en el pecho. Mientras respira, asegurarse de que la mano en el abdomen se mueve arriba y abajo, y evitar que la del pecho lo haga. Así se estará consciente de que se respira profundamente.
  • Pruebe la relajación muscular progresiva. De forma gradual tense y relaje cada grupo muscular de su cuerpo. Observe la diferencia entre tensión y relajación.
  • Medite. Use las visualizaciones para aprender a ser ‘uno’ con sus pensamientos. Siéntese tranquilo con los ojos cerrados, imagine paisajes, sonidos y olores de su lugar favorito.
  • Ejercítese regularmente o haga yoga
  • Busque el tiempo para dedicarlo al la música, el arte o cualquier hobbie que le relaje y distraiga.
  • Haga una lista de las cosas importantes que debe hacer a diario. Trate de cumplirla para sentirse organizado y con control.
  • Vigile aquellas cosas que pueden estar afectándole a la hora de manejar el estrés, como dormir poco o fumar demasiado.
  • Mantenga una lista de las pequeñas y grandes molestias de su día a día para contrastarlas con los eventos de su vida que hayan sido realmente estresante. Le ayudará a mantener la perspectiva y a ver que los eventos actuales son manejables.
  • Evite la cafeína, el alcohol, la nicotina, comida chatarra o comer en exceso como forma de lidiar con estrés. Pueden ser útiles de forma puntual, pero como mecanismo habitual, sólo generará otros problemas.
  • Aprenda a decir que ‘No’ ocasionalmente. No herirá los sentimientos de los demás, tanto como piensa. Y es un método simple de ser más asertivo y trabajar en pro de las propias necesidades.
  • Duerma lo suficiente.
  • Cultive su sentido del humor, ríase.
  • Cuide sus relaciones cercanas. Quienes las tienen, según las investigaciones, sufren menos con el estrés.
  • Hable con familiares y amigos. Tal vez puedan ayudarle.

sábado, 12 de noviembre de 2016

10 Trucos Para Relajarse En La Oficina

Hay muchas técnicas para relajarse, pero no siempre se cuenta con el tiempo y las posibilidades de tener una sesión de masaje tailandés o de meditación trascendental para quedar como nuevo. Una situación que al estar en medio de la oficina se dificulta aun más, por lo que al mismo tiempo sirve de motivación para plantear las posibilidades de lo que si se puede hacer, en pocos minutos, para quedar menos estresado.

Ya cuando estamos a final de la semana y sólo se piensa en todo lo que aún debemos hacer, para poder salir a disfrutar y relajarse. Para que la espera no desespere y para poder liberar a diario el cuerpo y la mente de las tensiones acumuladas, después de una investigación extensa, se han seleccionado 10 sencillos pero prácticos trucos para ser utilizados en la oficina.

Si lo que se desea es una solución rápida INGRESA AQUÍ al estrés que ha venido acumulando en las ultimas horas, las siguientes acciones le servirán:

1. Respire profundamente. Parece tan obvio, pero es tan fácilmente olvidado, que seguramente todo el que lo lea ya lo habrá escuchado infinidad de veces (posiblemente las mismas que no se ha decidido a aplicarlo). Dese una oportunidad. Respirar profundamente reduce la tensión y libera estrés debido al aumento de la carga del oxigeno. Pruebe con 10 respiraciones profundas.

2. Visualice. Una pequeña visualización le ayudará a recobrar su centro. La ‘imaginación guiada’ de una imagen relajante o de la cual disfrute, por unos minutos, le ayudará a eliminar el ‘ruido’ y la tensión que pueden dominarle en ese momento. Incluso puede imaginarse a si mismo logrando una meta o en sus próximas vacaciones, lo que importa es que le guste lo que imagina y logre despegarse por unos minutos del caos que le rodea.

3. Aléjese de la pantalla. El uso ininterrumpido de las computadoras esta vinculado al estrés,l a perdida de sueno y la depresión en las mujeres, como han encontrado en un estudio de la Universidad de Gotemburgo en Suecia. Incluso en dicho estudio se halló que el uso nocturno del ordenador durante la noche, se asocia al estrés tanto en hombres como mujeres. En la oficina, aléjese unos minutos de la pantalla y repita esta acción varias veces al día.


4. Use este truco de Naam Yoga. Aplique presión en el espacio de la palma de la mano en el que se encuentran el dedo índice y el medio, para sentir una sensación de calma inmediata, según lo sugiere Sharon Melnick, autora del libro Success Under Stress. Haga la prueba y verá resultados.

5. Apague su teléfono móvil. Desconéctese unos minutos. El mundo no se caerá porque tenga su teléfono móvil apagado, pero si obtendrá una sensación de calma y de menos urgencia, al saber que se puede funcionar sin él.

6. Cepíllese el cabello. No es una broma. No solo las acciones repetitivas actúan como relajante, sino que servirá para darse un masaje en el cuero cabelludo, cargado de terminaciones nerviosas. Si antes recomendaban cepillarse a diario 100 veces el pelo para tenerlo brillante, en esta ocasión pruebe a hacerlo por para liberar tensiones.

7. Colóquese agua fría en las muñecas y detrás de las orejas. Cuando esté a punto de estallar, diríjase al baño y mójese con agua fría las muñecas (justo donde se coloca el perfume) y detrás del lóbulo de las orejas. Por allí pasan arterias mayores por lo que al refrescar estas áreas, se contribuye a calmar el resto del cuerpo.

8. Coloque música clásica. Posiblemente una de las tácticas más conocidas. Puede que no a todos les guste la música clásica, pero se trata de lidiar con el estrés y este tipo de música tiene un efecto calmante, baja las pulsaciones y la presión arterial, he incluso las hormonas del estrés como lo han demostrado numerosos estudios.


9. Masque chicle. El mascar chicle no solo ayuda a respirar mejor, sino que disminuye la ansiedad, ayuda a estar más alerta y reduce el estrés según un estudio realizado en 2018 en la Universidad de Swinburne, en Melbourne, Australia.

10. Realice una relajación progresiva de los músculos. Comience desde sus pies y visualice cada parte de su cuerpo y como éstas van liberando tensiones. Suba progresivamente hasta la cabeza. Imagine que sus músculos están anudados y vaya liberándolos. La sensación final es realmente relajante. Es una técnica que se usa incluso en pacientes con depresión o desordenes de ansiedad.

jueves, 10 de noviembre de 2016

10 Consejos para una satisfactoria labor de padres. ¡Toma Nota!

Pistas para una satisfactoria labor de padres


No perder nunca la perspectiva de tu hijo/a. No se nos puede olvidar lo que pensábamos o sentíamos a su edad. Si ya se nos ha olvidado, hay que hacer un esfuerzo por recordarlo. Y les recomiendo esto, porque es precisamente la MAYOR VENTAJAS DE LOS PADRES. 

Nosotros ya hemos pasado por esa etapa, y más o menos (con distintos matices), podemos saber qué piensa o qué siente si le dices que deje de ver dibujos o que hay que hacer los deberes. 

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Podemos jugar con ello, negociar con él y saber o predecir, con más o menos acierto, cómo responderá. Está claro que con 3 años no nos vamos a acordar de lo que pensábamos y de lo que sentíamos, pero un poco más creciditos, sí podemos hacer el esfuerzo por recordarlo. Poneros en su lugar y calcular sus reacciones, ahora adaptarlas a la situación problemática que se plantea en ese momento y tendrás más opciones de acertar con la medida que tomes. Suena complicado, pero lo hacemos con nuestros amigos, familiares, pareja… ¿porqué a veces no lo hacemos con nuestros hijos y tratamos simplemente de imponer sin más nuestro criterio? Practicar, cada vez se les hará mejor.

La comunicación: es el principio fundamental para tener buenas relaciones. Habla con ellos de todo lo que puedas, haz un esfuerzo, aunque llegues cansado del trabajo. Pregúntales por su día, cuéntales cosas del tuyo… Diles cosas bonitas y agradables, los elogios son un arma potentísima en la educación de los niños. No dejes nunca de decirles que les quieres, de darles un beso, un abrazo, de expresar tus emociones. Sin comunicación es cuando comienzan las especulaciones, el aislamiento, el alejamiento… y dejamos un buen día de “conocer” a nuestros hijos.

Somos el primer ejemplo: Al menos, durante los primeros años de vida, no solo somos el primer ejemplo, somos el único. Luego van adquiriendo más modelos como profesores, amigos, ídolos juveniles… Esto es importante tenerlo en cuenta, porque nuestras conductas, estilos y formas de vida van a influirlos mucho. En mi casa nadie fuma, y mi hija mayor a penas sabe lo que es un cigarro. Si fuera al contrario, y fumáramos a diario en su presencia, a lo mejor de mayor no fumaría, pero la conducta ya la ha aprendido desde pequeña. También puede suceder lo contrario, que al final de mayor fume. Pero con una buena educación disminuirán las probabilidades, (y además me viene bien a mí también). La educación no solo es decirle lo que debe hacer, es dar el ejemplo, en alimentación, en conducta, en deporte, en hábitos de higiene, en lectura, en estudios, en ocio, en habilidades sociales… Seamos un poco consecuentes.

Educar en las diferencias. La pluralidad es buena, no nos engañemos, sino no hubiera habido genios a lo largo de la historia que hubieran destacado del resto. Si tengo varios hijos, no tienen que ser iguales. Puede que las pautas que les demos sean las mismas, pero no el resultado, casi seguro. Admitamos esas diferencias, potenciemos lo bueno, corrijamos lo inadecuado. Enseñémosles también a que se acepten con esas diferencias.

Disfrutemos de la vida con ellos. El que suponen un aumento del trabajo para los padres es completamente cierto. Pero cómo queramos llevar esa carga es elección nuestra. Podemos verla como una carga pesada y o cansarnos o estresarnos. O podemos verlo de otra forma, de forma divertida, amena, entretenida. Riámonos con ellos, déjale que te ayude a batir los huevos, (aunque se ponga la encimera perdida), vete a ver su partido de fútbol y anímale, (aunque te apetezca echarte la siesta, al día siguiente te la echas), llévatelos de paseo por el río aunque sea tarde (al día siguiente ya dormirán un pelín más)… Todo dentro de unos límites, todos necesitamos nuestras rutinas y horarios.

Estilo educacional. Existen diversos estilos de educación: el autoritario, el permisivo, el sobreprotector y el asertivo. De los cuatro todos tienen sus pros y contras, pero el más beneficioso para tus hijos y para vosotros es el asertivo. Las principales características de este estilo en los padres son:
  • Usa adecuadamente los premios y los castigos.
  • Usa los elogios, el refuerzo verbal positivo.
  • Usa el diálogo y la negociación.
  • Estimula la independencia y la autonomía.
  • Propone normas claras y adecuadas.
  • Favorece el paso del control externo de la conducta del hijo al propio autocontrol.
Las principales características de los niños, cuyos padres tienen este estilo educativo, son las siguientes:
  • Buen nivel de autoestima.
  • Aprende a tomar decisiones.
  • Adquiere responsabilidades.
  • Respeta las normas.
  • Buena capacidad de socialización.
Nos hemos equivocado. Si esto sucede, que pasará muy a menudo, conviene aprender a pedirles perdón. Hay que reconocer los errores, somos humanos, y hay que dar ejemplo también de esta forma. Es un ejercicio buenísimo para ellos y sobre todo para nosotros.




Si apenas estas preparándote para dar ese bello paso en tu vida te dejamos
este REGALO: 

La paciencia es la mejor de las virtudes. Por mucho que lo pienses, no lo hace para fastidiarte y sacarte de tus casillas. El problema es que tus intereses y los suyos, en muchísimas ocasiones chocan. Por eso la importancia de no perder su perspectiva y jugar con esa ventaja. Ahora, lo complicado es que ellos se pongan en tu papel. Una propuesta: si ya comienza a tener cierta edad (10 años para arriba, por ejemplo), proponle que durante un día se encargue él (o ella) de planificar la vida en el hogar, con todas las responsabilidades que ello implica, no le quitéis ninguna (comidas, horarios…) Si os solicita ayuda se la otorgáis, si no, a ver el resultado. A lo mejor se da cuenta de que vuestra posición tampoco es sencilla. Tener siempre la mayor de las paciencias, es el mejor aliado en el trabajo de los padres.

Evita los castigos. Hay más métodos para enseñarles a hacer bien las cosas, infórmate de ellos. El castigo es la peor elección. Con el castigo no aprenden cuál es la forma correcta de hacerlo, solo la que no es correcta. Provoca resentimientos, tristeza (en ellos y en ti), miedo ante un nuevo castigo, aprenden que es un método de educación válido y en un futuro lo pondrán en práctica… ¿De verdad quieres que aprendan todo esto? En ocasiones parece que no hay otra alternativa, pero usarlo de forma eficaz y sin provocar todo lo anterior es muy complicado.
Educa en la autonomía. La sobreprotección tiene sus ventajas, pero solo lo son para los padres. Nos quita de disgustos y de preocupaciones. ¡Mejor que no se apunte a natación, no vaya a ser que se ahogue! Hay que abrir los ojos. Debemos ENSEÑARLES A HACER LAS COSAS POR SÍ MISMOS. Hay que darles la oportunidad de que se equivoquen, de que se caigan, de que fallen. De los errores y la práctica se aprende. Tienen que aprender a asumir responsabilidades, y ¿cómo van a hacerlo si me paso todo el día haciéndole yo todo? Confía un poco más en él/ella. Todo esto, utilizando el sentido común y la lógica, hay que tener bien presente la edad que tiene vuestro hijo/a, para saber qué cosas puede y no puede hacer todavía.

Como se dice vulgarmente, el ser padres es una aventura. Pero tenéis muchas elecciones a lo largo del camino, de las que escojas, puede depender que esa aventura tenga un buen final o un final no deseado. Buena suerte.